Rosa Luxemburg en un evento paralelo al Congreso Socialista Internacional de Stuttgart en 1907.
Rosa Luxemburg vivió entre 1871 y 1919, y es recordada por sus cartas poéticas y por ser una revolucionaria con ideas políticas radicales. Sin embargo, el motivo principal para ocuparse de ella es muchas veces su muerte violenta, haciendo que su vida y su obra caigan en el olvido. En un mundo en el que reinaban el clericalismo, el patriarcado, el militarismo, el nacionalismo y la intolerancia, Rosa Luxemburg tomó muchas decisiones extraordinarias: a los 17 años se mudó a Suiza; a los 22, fundó su propio partido; a los 27, obtuvo su título de doctorado y prefirió Berlín a París, la capital de la Europa ilustrada; a los 28, asumió por primera vez el rol de jefa de redacción; a los 33, estuvo por primera vez en prisión; el mismo año criticó abiertamente a Lenin y a los bolcheviques; cuando tenía 47 años, su cuerpo fue arrojado al Landwehrkanal berlinés.
1Emigró a los 17 añosEstudiar es imprescindible: Rosa Luxemburg se muda a Zúrich
Rosa Luxemburg provenía de una burguesía ilustrada que no era adinerada, pero cultivaba y vivía la educación y la cultura. Nació en 1871 en la pequeña ciudad renacentista de Zamość, en el sudeste de lo que hoy es Polonia, y se mudó con su familia a Varsovia dos años después, donde se graduó con honores de la secundaria. Sus padres querían casarla, pero sus planes fracasaron por no poder ofrecer una dote más grande. En 1888, tanto su familia como las autoridades zaristas le otorgaron a esta joven —aún no era una mujer— que soñaba con estudiar, el permiso para emigrar a Suiza, un paso que hoy sería considerado feminista.
2Mejor no estudiar zoologíaRosa Luxemburg se engancha en la política
Zúrich. En las buhardillas sin calefacción de la Zúrich provincial del último tercio del siglo XIX surgió una sociedad anticapitalista paralela gracias a la llegada de estudiantes de Europa del Este. A diferencia de muchos de sus compañeros y compañeras de Rusia y Polonia, Rosa Luxemburg no era exiliada, sino que se había mudado a Suiza voluntariamente, por lo que se sentía en casa en ambas sociedades. Empezó a estudiar zoología, pero después de tres años no solo se pasó a las ciencias políticas, sino que se enamoró primero de un hombre y luego de la política. Junto con su amante Leo Jogiches y otros dos amigos, Julian Marchlewski y Adolf Warski, fundó el partido socialdemócrata polaco en 1893. En 1905, poco antes de que terminara su relación, le escribió a Leo Jogiches: «… y te volviste odioso para mí por ser el que me forjó en esta maldita política». [1]
1 Carta a Leo Jogiches, 20 de octubre de 1905, publicada en Rosa Luxemburg, Gesammelte Briefe, vol. 2, 3 ed. corregida y ampliada, Berlin: Dietz 1999, p. 209.
3Rosa Luxemburg entra en la escena europeaLa decisión de llevar la contraria
Después de defender su tesis doctoral, Rosa Luxemburg se trasladó a Berlín en 1898 y se puso a disposición del SPD para agitar en las regiones de Polonia ocupadas por Prusia, con la intención de influir también en el desarrollo de las partes ocupadas por Rusia. Sin embargo, fue catapultada sorpresivamente al escenario de la socialdemocracia alemana y europea en pocos meses. En su obra Reforma o revolución (1899), Rosa Luxemburg se había opuesto abiertamente al intento de Eduard Bernstein de revisar los postulados marxistas. Al hacerlo, esta joven mujer se había metido con una de las mayores autoridades de la izquierda, el albacea de la herencia de Marx y Engels. Tan solo dos años antes había necesitado ayuda de la hija de Karl Marx, Eleanor Marx Aveling, para siquiera poder participar con su partido en el congreso de la Internacional Socialista. A sus 28 años, Rosa Luxemburg pasó de ser una joven judía que vivía en una residencia estudiantil en Zúrich a convertirse en un personaje famoso en toda Europa. Esto le trajo siempre más enemigos que amigos, pues para ella sus convicciones eran más importantes que ser leal a cualquier grupo.
4Hablar sin rodeos cueste lo que cuesteEstaba decidida a no dejarse callar
Ferdinand Lassalle, fundador del movimiento obrero independiente alemán, había declarado que el acto más revolucionario era «decir siempre en voz alta las cosas como son». Esto fue lo que hizo Rosa Luxemburg desde que comenzó a hacer política, bien fuera como periodista y oradora, o las veces que tuvo que rendir cuentas ante las cortes por sus acciones. En total, Rosa Luxemburg pasó cuatro de sus casi cuarenta y ocho años de vida en la cárcel. La primera vez fue en 1904, en Zwickau, por lesa majestad. Después siguieron tres temporadas en prisiones de Varsovia por su participación en la Revolución rusa; su primera vez en la cárcel de mujeres de la Barnimstraße, Berlín, por «incitación a la violencia» en 1907; una segunda temporada en la Barnimstraße en 1915 —esta vez de un año— por incitación a la desobediencia; y una serie de detenciones entre 1916 y el 9 de noviembre de 1918 por continuar con su trabajo antimilitarista, primero en la cárcel de la policía de Alexanderplatz, después nuevamente en la Barnimstraße y en la prisión de Wronke, cerca a Posnania, y, finalmente, en la cárcel de Breslavia en 1917. A pesar de esto, Rosa Luxemburg nunca dejó de decir lo que consideraba correcto.
5No más pastelitos en BerlínLa decisión de trasladarse a una revolución
La Revolución rusa que estalló en enero de 1905 en San Petersburgo se expandió rápidamente por todo el reino, también en las regiones industrializadas de los territorios polacos ocupados por Rusia. Rosa Luxemburg, quien trabajaba como jefa de redacción de Vorwärts, el periódico del SPD, intentó transmitirle a la socialdemocracia alemana la importancia de esta revolución por medio de reportes publicados casi a diario. Sin embargo, tuvo poco éxito. A finales de diciembre de 1905 había tenido suficiente y cambió su oficio bien remunerado y poco peligroso por la ilegalidad en Polonia. El 4 de marzo de 1906, un día antes de su trigésimo quinto cumpleaños, Rosa Luxemburg y su pareja Leo Jogisches fueron detenidos. Estuvo presa hasta mitad de julio en diferentes sitios, incluido el famoso «pabellón X» de la ciudadela de Varsovia donde eran custodiados los presos «políticos».
6Estaba a favor de la revolución, pero en contra del terror y los golpes de EstadoRechazar cualquier impulso totalitario como una decisión de vida
Después de salir de la cárcel de Varsovia, Rosa Luxemburg se escondió durante mes y medio en Finlandia como Felicia Budilowitsch («la feliz resucitada»). Aunque Finlandia también estaba ocupada por los rusos, tenía un gobierno mucho más liberal. Desde ahí visitó varias veces a sus camaradas Leo Trotzki, Alexander Parvus y Leo Deutsch en la prisión de San Petersburgo sin ser reconocida, y discutió por semanas con Lenin —quien también había huido a Finlandia— y su círculo sobre la revolución fallida. Después de estas conversaciones, para ella fue claro que estaban de acuerdo en la inevitabilidad de la revolución, pero nunca se pondrían de acuerdo en el cómo: con o sin terror. Rosa Luxemburg se llevó de la revolución la experiencia de las exitosas huelgas generales, una estrategia que después quiso emplear en la lucha por la creación de una república alemana.
7LiberaciónLa decisión de vivir y amar libremente
La relación de Rosa Luxemburg con Leo Jogiches estaba en ruinas desde la Revolución de 1905-1906. Tras regresar de las cárceles rusas, Luxemburg le dio fin a su primera relación amorosa importante, que se había convertido en una tortura. Después vino todo un drama: Rosa Luxemburg se tomó tan en serio la amenaza de Jogiches cuando dijo que la mataría a ella y a su nuevo amante Kostja Zetkin, que se consiguió un revolver. Y así empezó un nuevo capítulo en la vida de Rosa Luxemburg. Se aclimató a la otrora antipática Berlín, donde tuvo nuevos amigos y amantes, y continuó trabajando «como poseída». Escribía numerosos artículos para periódicos en diferentes idiomas y cartas para una red de correspondencia a lo largo de Europa, asistía a congresos del partido y otros congresos, y aceptó invitaciones para dar conferencias en todo el país. Para ella, la acción política implicaba la educación política. A partir de 1907 asumió cada año una cátedra de economía en la escuela del SPD en el semestre de invierno, gracias a la cual recibía un salario que le permitía arreglárselas financieramente (3 000 marcos por año). El trabajo la inspiró. De él surgieron sus dos principales obras económicas, Introducción a la economía política y La acumulación del capital, las cuales aún constituyen intentos inspiradores de aplicar el pensamiento marxista más allá de Marx.
«La época en la que escribí la Acumulación fue una de las más felices de mi vida. Vivía realmente en un frenesí, lo único que veía y escuchaba era ese problema que se desplegaba tan hermosamente ante mí. No sé qué me producía mayor alegría: el proceso del pensamiento, cuando una cuestión enmarañada no dejaba de dar vueltas por la habitación […] o la escritura, darle forma literaria con la pluma en la mano».[2]
2 Carta de Rosa Luxemburg a Hans Diefenbach, 12 de mayo de 1917, publicada en Rosa Luxemburg, Gesammelte Briefe, vol. 5, Berlin: Dietz, 1984, p. 234.
8Mejor ir a la cárcel que pedir clemenciaLa decisión de enfrentarse a (casi) todo por sí sola.
A la lucha por el sufragio universal e igualitario en los estados alemanes y la defensa de la república —una posición que Rosa Luxemburg defendía casi sola— se sumó la urgencia de la lucha contra la militarización de la sociedad y contra una guerra mundial inminente. Rosa Luxemburg, al igual que Karl Liebknecht advirtió desde temprano sobre ambos peligros. No obstante, sufrió una derrota política cuando intentó incluir la huelga de masas entre las herramientas tácticas de la socialdemocracia alemana.
Tras la Revolución rusa de 1905-1906, los antisemitas polacos habían acusado a Rosa Luxemburg y Leo Jogisches de que ellos, siendo judíos, habían incitado a la revolución a los obedientes trabajadores polacos cristianos y después habían huido al extranjero. Esta fue una de las razones por las cuales Rosa Luxemburg rechazó la recomendación de sus amigos de emigrar de Alemania en 1914 cuando fue condenada por «incitación a la desobediencia»; también rechazó el indulto que le ofreció el Káiser. A finales de julio de 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial; la Internacional Socialista, en la que Rosa Luxemburg había puesto tantas esperanzas, se había derrumbado poco antes, casi sin hacer ruido. El 18 de febrero de 1915, Rosa Luxemburg tuvo que mudarse por un año a una celda de la cárcel de mujeres de la Barnimstraße en Berlín.
9InflexibleLa decisión de no rendirse por nada en el mundo
Incluso después de salir de la cárcel en febrero de 1916, Rosa Luxemburg continuó con la lucha antimilitarista. El 1 de enero de 1916 construyó un nuevo círculo entorno a ella, el grupo Internationale (Internacional), que pronto sería conocido y perseguido como Liga Espartaquista, debido al nombre de su periódico ilegal, Spartacus (Espartaco). Rosa Luxemburg había redactado las tesis programáticas del grupo. No habían pasado ni siquiera seis meses desde su puesta en libertad cuando se expidió la orden de ponerla en detención militar «preventiva». Rosa Luxemburg sufría del estómago y estaba acostumbrada a tratar ella misma sus depresiones. Pero ahora, en medio de circunstancias adversas, que se hicieron aún peores en otoño de 1917 en la prisión de Breslavia, ya no se trataba solo de mantenerse en equilibrio ella misma, sino también de animar a sus amigos que estaban en libertad. El resultado es el breve volumen Cartas de la prisión, una obra incidental de la literatura universal. En septiembre y octubre de 1918 escribió otra obra literaria desde la cárcel: el fragmento «La Revolución rusa», publicado entre 1921 y 1922, el cual sigue siendo uno de los textos fundamentales de la crítica socialista al bolchevismo.
10Todo el poder para los consejosLa decisión de continuar una revolución política con una revolución social
En la Revolución rusa de febrero de 1917 se anunciaron quiebres que afectarían también a Alemania en otoño de 1918. La Revolución le abrió a Rosa Luxemburg las puertas de la cárcel. Una vez en Berlín asumió la redacción del periódico Die rote Fahne (la bandera roja) y atacó vehementemente a los líderes del SPD, su antiguo partido, quienes se habían puesto a la cabeza de la Revolución con el objetivo de sofocarla. El Partido Comunista, fundado entre finales de 1918 y principios de 1919, se apropió del programa planteado por Rosa Luxemburg para la Liga Espartaquista. El objetivo de Luxemburg era lograr que el cambio político producido por la Revolución de Noviembre en Alemania fuera irreversible e impulsar una revolución social a largo plazo. Sin embargo, fue muy poco lo que logró en los sesenta y ocho días de vida que le quedaban. Las primeras pancartas de agitación aparecieron ya en diciembre de 1918 y pronto se instauró una atmósfera de pogromo. El 15 de enero de 1919, un grupo de oficiales alemanes asesinó a Rosa Luxemburg. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 31 de mayo.
Esta crónica traza detalladamente los últimos sesenta y ocho días de la vida de Rosa Luxemburg.
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